lunes, 10 de octubre de 2011

¿Vender a costa de mentiras?

 La publicidad es un hecho que a todos nos concierne. Nos rodea por todas partes e incluso va con nosotros, ¿o acaso no llevamos camisetas con logos de marcas o caminamos por la calle con el vaso de nuestra cafetería favorita? No podemos evitarlo. Vivimos en una sociedad de consumo, pero en mi opinión eso no es algo malo, simplemente debemos conocer el límite. Y cuando lo que creemos que compramos no coincide con lo que realmente compramos, ahí entra el fraude: LA PUBLICIDAD ENGAÑOSA.

 Podríamos hablar de una publicidad engañosa cuando las características que presenta el anuncio que se intenta vender son diferentes de las que verdaderamente posee la adquisición.
Puede provocar de una manera indirecta pérdidas económicas o también perjudicar la competencia.


Hay diferentes tipos de publicidad:
- Se exagera sobre los posibles beneficios del producto.

- También la publicidad subliminal es un tipo de engaño publicitario.

- Promesas que luego la empresa no es capaz de cumplir.

- Referirse al precio pero sin el aumento de I.V.A correspondiente.




-El uso de letra pequeña que dificulta la correcta información del consumidor.

- Anuncios de complejo significado, con mensajes ambiguos o recurriendo al doble sentido.


Como conclusión me gustaría destacar los peligros que este tipo de información conlleva, y que haciendo este trabajo me he dado cuenta de que se encuentra en más marcas y anuncios de los que me imaginaba. No quiero decir que dejemos de creer en lo que vemos, si no que tengamos cuidado con todo lo que un simple anuncio pueda esconder.

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